En una época en la que la meta general parece ser
demostrarle a los demás que la vida de uno es intensa, feliz, audaz y
apasionadamente despreocupada, en una época donde la televisión nos amolda el
pensamiento, la ropa, el consumo, la opinión política - económica - moral -
social - filosófica así como el estilo de vida, las relaciones, el tiempo
¿libre? y hasta la jornada laboral, en una época donde o se es estúpidamente
religioso o se es estúpidamente ateo, donde los mejores libros se encuentran
siempre en los últimos estantes de las modernísimas y bien decoradas librerías,
en una época donde la respuesta al 99% de las preguntas es $, donde ya nada
tiene cara ni nombre sino slogan y logotipo, donde se secaron (hace rato) esas
enormes lagunas técnicas que podían llegar -quizá- a justificar el hambre, la
miseria, la explotación...
…en ésta época del hoy y el ahora, intento con fuerza
perder el complejo de inferioridad que siento cuando admito que no me gusta
esta época, que no la paso muy bien en esta época que no siento como mía, que
es más bien la de otros, la de casi todos los otros que veo por la calle, la de
casi todos los otros que conozco.
¿A quién le pertenece el momento en qué nacemos? En otros tiempos habríamos sido otros.
ResponderEliminar